Vampiros y Vampirismo

Creo que en los años que llevo escribiendo Diario de un Brujo, nunca toqué el tema del vampirismo y los vampiros, quizás porque siempre lo consideré como un tema complejo de ser tratado sin caer en lo banal, o en el absurdo, pero creo que como todo, llegó el tiempo de conversar un poco sobre el tema.

            Para comenzar, este será un artículo que puede o no tener continuidad en el tiempo, es decir podemos volver a hablar sobre el asunto más adelante, veremos cómo evoluciona el tema, pero en un principio aquí vamos a hablar del vampirismo desde la perspectiva mágica/iniciática, y si bien haré mención sobre diferentes grupos de vampiros, no profundizaré sobre algunos de estos, primero porque no puedo hablar sobre aquello que no he experimentado por mí mismo, y sería irrespetuoso tanto para quienes me leen como también para aquellos que hacen otros tipo de prácticas o se identifican de otro modo. Afortunadamente estamos en la era de la información, por lo tanto, aquellos que quieran saber más sobre otras cuestiones, siempre hay libros que hablan sobre el tema.

            Las categorías que no profundizaré son el estilo de vida vampírico, es decir personas que usan cierto tipos de atuendos, suelen tener implantes de colmillos, usan lentes de contacto, etc. Esto suelen ser admiradores y se identifican con una cultura por su estética y una serie de cuestiones, muchos nada tienen que ver con el mundo esotérico, y sinceramente, no tengo mucho que decir al respecto, más allá de lo que he visto alguna que otra vez y solo me quedo con el recuerdo que tienen atuendos muy interesantes y son personas con un gran sentido de la estética. El siguiente grupo del que tampoco voy a hablar es sobre los vampiros sanguíneos, es decir aquellos que beben sangre, y no hablo de gente que lo haga de modo ilegal, hablo de aquellos que lo hacen como una práctica privada entre dos o más personas de un modo consentido, una vez más, no tengo ni la experiencia ni forma parte de mis practicas, por lo que más allá de lo que he leído, tanto en libros como en foros, no tengo algo que agregar.

            Mi foco en este ensayo estará puesto en dos tipos de vampiros: Los Psíquicos y los Energéticos, que ya voy diciendo que son dos categorías diferentes y aquí trataré de explicar por qué, que a pesar de que pueda parecer lo mismo, hay grandes diferencias que hacen que sean cosas diversas, con resultados diversos. Como siempre, acá estamos hablando de temas complejos, que incluso en el mundo de lo oculto las personas no suelen ponerse de acuerdo, pero como siempre digo, hay que tener la mente abierta, no ser dogmatico, la verdad no es una sola y es tan relativa como personas hayan tenido una experiencia al respecto, esto es subjetivo y es necesario entender que quizás nosotros los vemos de un modo y otro lo ve de otro, en todo caso la pluralidad hace rico al asunto.

            Vale la pena aclarar que no todas las personas que se identifican con el vampirismo o se ven a sí mismos como vampiros hacen magia o forman parte del Sendero Izquierdo, de hecho muchos no y es otra forma de interpretar las cosas. Aquí me voy a enfocar en el vampirismo como práctica mágica y como una vía hacia la apoteosis/auto-deificación, todas las otras posibles visiones e interpretaciones quedan afuera.

            Dicho lo dicho, creo que es necesario comenzar hablando sobre los vampiros psíquicos, habitualmente estas son personas que de modo inconsciente suelen absorber la energía emocional de otras personas, y hay una gran cantidad de modelos de vampiros psíquicos, muchos son carismáticos y encantadores, pero estar con ellos por tiempos prolongados nos produce una fuerte sensación de cansancio, es común sentirse drenados por estas personas, al punto tal que no tenemos ganas de nada, solo queremos dormir y no mucho más. Cuando una persona se expone por tiempos prolongados a este tipo de vampiros psíquicos, suele tener consecuencias, muchas personas se enferman, o quedan mal por tiempos prolongados. También existen vampiros psíquicos que no están dentro de nuestro plano, hablo de criaturas del plano astral que se pueden adherir al campo áurico de la persona y alimentarse de esta, los efectos suelen ser aún más perturbadores si pasa mucho tiempo. Este último fenómeno pasa por diversos motivos, por lo general es porque la persona es sensitiva a las energías que hay del otro lado del velo y no lo sabe, o no sabe manejar estas habilidades, se expone de modo directo a esto y se le “pega” algo, la otra opción puede ser que la persona haya estado “jugando” con lo oculto sin saber lo que está haciendo, ejemplo utilizando un tablero Ouija, otra opción sería que la persona esté bajo el influjo de un ataque psíquico o maleficio. En todo caso para todo hay una forma de liberación, en caso de los vampiros psíquicos, podemos hacer rituales de protección si tenemos que tratar con la persona, podemos crear escudos energéticos a nuestro alrededor para que no puedan absorber nada de nosotros, en los otros casos hay rituales puntuales que se pueden realizar, estos forman parte de la defensa psíquica necesaria que cualquier mago o aspirante a serlo debería conocer. Un libro simple pero que trata muy bien el tema es “The Magical Shield: Protection Magic to Ward off Negative Forces.”de Frater U.D.

            Ahora bien, hay personas que si conocen su condición de vampiros psíquicos, de hecho se han escrito algunos libros sobre el tema, y muchos aluden a tener una suerte de condición, un desbalance energético de nacimiento. Honestamente no hay nada que pruebe que esto es así, más allá de la auto-percepción y experiencia subjetiva de esas personas. Creo que hay personas que tienen una predisposición más natural para algunas cuestiones, y cierta facilidad para otras, pero eso ni les da un don ni tampoco una anomalía energética como plantean algunas de estas personas. Si bien no puedo negar categóricamente nada, la explicación del porque, no la encuentro plausible en mi caso.

            Luego nos encontramos con los vampiros energéticos, aquellos que deciden volverse vampiros, trabajar con la magia vampírica, y hacer de esto su camino iniciático/mágico. Una vez más, no hay una única verdad en torno a esto,  y si bien los diferentes autores y exponentes del asunto comparten muchas cosas, parece que ninguno quiere ponerse de acuerdo con el otro, sin mencionar los grupos y ordenes, todos claman tener la verdad o ser los “auténticos” y los otros meras copias. No nos podemos sorprender de esto, la misma situación viene pasando en otras ramas del ocultismo y la magia, pero al final, si la experiencia es personal e individual, lo que importa son los resultados, lo autentico que menciona mucha de esta gente es solo una fachada.

            La cuestión del vampirismo energético/mágico, es una cosa sumamente controvertida, incluso entre los practicantes del sendero izquierdo, la controversia viene alrededor del cuestionamiento ético de estas prácticas. Para muchos un vampiro es un ser sin código alguno que ni bien pueda va a tratar de drenarte, y en esta vida, he tenido el placer de conocer a muchos vampiros, y tengo que decir, en muchos casos es verdad. Recuerdo a dos personas que conocí hace años atrás, ambos magos, ambos practicantes activos del vampirismo, los invité a mi casa a charlar y pasar la tarde, uno de ellos hizo el intento descarado de absorber energía de los presentes, y sin tabú lo dijo como si pidiera un vaso con agua, el otro, fue más discreto, con quien mantuve trato luego, aunque también hizo de las suyas. ¿Fue ético lo que esta persona hizo? Depende a los ojos de quien, la ética mágica dentro del Sendero Siniestro, algo que profundizaré en una próxima entrada, es relativa a cada persona. Quizás para él y para su forma de manejarse en la vida, pues hizo lo que tenía que hacer, en mi caso, siendo colegas lo veo como una falta de respeto.

            Muchos grupos y escritores sobre vampirismo mágico, tratan de establecer un código ético en sus prácticas, por ejemplo Michel W. Ford, dice: “El vampiro no debe de alimentarse de otros Magos/Vampiros” esta es su apreciación ética en lo que él enseña, Don Webb dice: “Es mejor intercambiar energía que solo tomar energía,” aquí vemos otro enunciado en donde hay una idea ética de cómo manejarse con el vampirismo. Claro que esto solo son algunas ideas, otros simplemente hacen caso completamente omiso a la ética y argumentan que el hombre es un depredador por naturaleza, y seguir un paradigma vampírico propone justamente eso, alimentarse del otro, sin reglas ni restricciones.

            Pero ¿qué es un vampiro? Una vez más me permito tomar la definición de Webb que nos dice: “Un vampiro es un ser auto-creado energéticamente,” una definición muy interesante si tomamos en cuenta que el vampiro es aquel que trabaja con energía, la toma, la transforma, la manipula, la dirige. A su vez, el vampiro busca lograr la inmortalidad, claro que acá estamos hablando de la transcendencia de la conciencia post mortem y no de inmortalidad física, aunque he oído rumores de un grupo organizado de vampiros que tienen un gran interés por la criogenia y la búsqueda de la inmortalidad corpórea. Esto no me consta, por lo que no puedo ni afirmar ni negar que sea así, pero supongo que habiendo tantas posibles interpretaciones de una cosa, también es posible que haya personas que quieran lograr esto. Lo que si me consta es que el vampiro energético usa su poder para lograr lo más que pueda su longevidad en esta vida. Pero siguiendo y profundizando aún más en la cuestión de lo que es un vampiro energético, podemos hablar en general que son magos, que siguen en su mayoría el sendero izquierdo, y que han encontrado en el vampirismo mágico, una vía para su desarrollo personal y evolutivo, tanto a nivel mundano como espiritual. Aquí se emplea el arquetipo del vampiro como modelo a seguir, buscando despertar los poderes de este. Una vez más aquí tenemos que hacer una salvedad, muchas veces nos encontramos con cosas fantásticas que hay que verlas de modo racional, por ejemplo, el vampiro se puede hacer invisible, no hay que tomarlo de modo literal, no es que la persona desaparece, sino más bien logra manipular su energía para pasar completamente desapercibido ante una multitud o ante los ojos de una sola persona, lo mismo puede hacer de modo inverso, el vampiro maneja el glamor y puede encantar o hipnotizar con su mirada, una vez más, el vampiro puede proyectar energía sobre una persona y por medios de sus habilidades psíquicas/energéticas puede producir una suerte de “alucinación” en el otro, haciendo que este de modo temporal vea algo o sienta algo, un algo que parece real aunque no lo sea. También utilizan la voz para convencer y manipular, es decir que emplean el lenguaje para realizar lo que se conoce como magia menor. Otras habilidades son netamente astrales, como el cambio de forma, es decir transformarse en un animal, volar, o entrar en los sueños de otras personas, entrar volando por la ventana y tener sexo con alguien y alimentarse de este, o construir espacios completos en el astral. Para todo se necesita ser lógico y usar el razonamiento.

            Debido a que esto es una elección, y el vampiro pasa por un ritual de iniciación que lo convierte, acá no hay demasiado espacio para fantasías de seres inmortales que son vampiros de hace miles de años o cuentos por el estilo. Una vez más, hay que tener muchas precauciones con esto, ya que hablamos de una criatura mitológica y que se presta para todo tipo de cosas disparatadas.

            Como cualquier vía mágica, hay que estudiar y mucho, y sobre todo hay que practicar y mucho. Considero que las personas que quieran trabajar con esta forma de magia y hacer de este su camino iniciático/espiritual, deben de tener una gran madurez, no es un camino para principiantes, como tampoco lo es para personas muy jóvenes, se requiere de cierta experiencia previa en la magia como en la vida. A mi consideración la ética en este tipo de senderos es una cosa esencial, no creo que todo valga e ir absorbiendo energía a lo tonto de cualquier persona que tenemos adelante, no solo no es ético, es estúpido. Primero las personas no suelen tener un gran caudal de energía, cuando un vampiro se “alimenta” de alguien, lo que se hace es violar el campo áurico de la persona, es lo más similar a un ataque psíquico, la persona se suele sentir mal luego de esto, no es que no hay consecuencias para el otro. Segundo, drenar la energía de alguien también puede suponer un problema para el vampiro, aprender el arte de la alquimia energética, lleva años de práctica, entonces tomar la energía de alguien que está enfermo sea física o mentalmente, no es una energía limpia, y ¿qué crees que te va a pasar?, esto es como tener sexo en una orgía y no usar protección. Sin mencionar que si uno trata de hacer esto con una persona que es resistente al ataque o en su defecto es un practicante del ocultismo y sabe lo mínimo de defensa psíquica/mágica, no solo el vampiro no se podrá alimentar, sino que recibirá un golpe. Por esto es necesario tener experiencia y ante todo un código ético de trabajo. ¿Cuál? Pues el que uno crea conveniente para uno, y ante todo, asumiendo que nuestros actos tienen consecuencias, pero cuando uno es auto-responsable por lo que hace, ya lo sabemos de antemano.

            Finalizo este ensayo diciendo, el vampirismo energético/mágico es una vía de iniciación muy poderosa, en las manos adecuadas puede ser increíble. Para quienes quieran saber más, les recomiendo que compren el libro de Don Webb “Energy Magick of the Vampyre” es un manual excelente y un gran punto de partida para quienes quieren trabajar este paradigma desde un lugar coherente, ético, y en perfecta armonía con el Sendero de la Mano Izquierda.

Daemon Barzai

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