Convocatoria al Círculo de Estudios y Prácticas de Brujería Tradicional

A lo largo de los muchos años que llevo caminando este sendero, mi relación con la magia y el ocultismo ha cambiado, se ha transformado, y me ha transformado a mí con ella. He pasado por etapas, por búsquedas, por corrientes diversas; he probado, aprendido, desaprendido y vuelto a aprender. Cada ciclo me ha dejado algo, cada experiencia me ha enseñado más de lo que imaginaba, y sobre todo, me ha recordado que el crecimiento espiritual nunca termina.

Hoy, la persona que escribe estas líneas no es la misma que un día, hace ya tanto, comenzó este blog. Mis creencias, mis visiones y mis modos de entender el Arte han mutado profundamente. Siento que todo ese recorrido me trajo hasta aquí, a este punto donde ya no hay dudas: mi espiritualidad está completamente enraizada en la Brujería Tradicional.

La brujería, de una forma u otra, siempre estuvo presente en mi vida. Pero hubo un momento, una especie de revelación silenciosa, en la que comprendí que este era el camino que realmente deseaba seguir. No por moda, ni por rebeldía, sino porque es el que me hace sentir completo. No reniego de los otros paradigmas que he transitado; simplemente cumplieron su ciclo. Les guardo respeto, pero ya no me representan.

En esta nueva etapa, profundamente anclada en la brujería tradicional, sigo caminando como lo he hecho casi siempre: en soledad. Sin embargo, desde hace un tiempo, esa soledad comenzó a transformarse en un llamado. Un llamado a compartir, a enseñar, a construir junto a otros practicantes que también sientan el pulso de la Tierra, el eco de los antiguos, y la voz de los espíritus.

Pero quiero hacerlo de la manera justa, honesta, y coherente con lo que creo. La brujería tradicional no es una religión, ni una corriente de la “new age” donde todo vale y nada tiene raíz. Es una senda que honra lo antiguo, la práctica, la experiencia directa, el contacto con los espíritus y con el territorio. Respeto profundamente las distintas formas de magia y brujería, pero también respeto mi propio entendimiento del Arte, y eso implica cuidar su esencia.

Por eso he decidido dar forma a algo que desde hace tiempo germinaba en mí: un Círculo de Estudios y Prácticas de Brujería Tradicional.
Este círculo no busca ser un coven ni una escuela; será un espacio reducido, íntimo y selectivo. No me interesa la cantidad, sino la calidad humana y espiritual de quienes participen. Busco personas con dos cosas claras: la voluntad de aprender y la disposición a comprometerse de verdad. No importa si ya tenés experiencia o si estás dando tus primeros pasos; lo que realmente cuenta es la entrega, el respeto y el deseo genuino de trabajar.

Así como yo pondré mi tiempo, mi energía y mi conocimiento, espero lo mismo de quienes deseen formar parte. Este círculo no tendrá jerarquías ni títulos: todos somos iguales, todos aprendemos del Arte y de los espíritus.

Para que todos podamos compartir un mismo lenguaje, habrá primero un curso introductorio gratuito sobre brujería tradicional. Será un proceso extenso, con encuentros mensuales por videollamada, destinado a sentar las bases de una práctica seria, coherente y profunda.

Debo ser sincero: si bien no será un requisito absoluto, la prioridad la tendrán las personas que vivan en España. Mi intención es que este trabajo, en algún momento, pueda trascender la virtualidad y tomar forma en el mundo físico. Eso es difícil cuando las distancias son enormes, aunque de ningún modo quiero excluir a nadie que resuene de verdad con este llamado.

Pronto habrá una sección en el blog dedicada específicamente al Círculo, con un formulario de inscripción. Quienes deseen participar deberán responder una serie de preguntas y, posteriormente, tener una entrevista personal conmigo. No se trata de un examen ni de poner filtros elitistas, sino de conocernos, de asegurarnos de que este sea un espacio donde todos podamos crecer con honestidad y compromiso.

Mis únicas exigencias son simples pero firmes: trabajo, constancia, compromiso y confidencialidad. Lo que se comparta dentro del Círculo debe permanecer allí, protegido, cuidado. Lo que se revele, lo que se aprenda, lo que se viva, debe ser tratado con respeto y silencio.

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